PLANO A PLANO | Entrevista a Alberto Luna, figurinista de ‘Toy Boy’

Madrid, 11 de febrero de 2021

Entre burros llenos de estocaje, prendas confeccionadas ad hoc y atuendos evocadores, Alberto Luna, figurinista de la serie ‘Toy Boy’, narra a golpe de puntada. Y es que este figurinista de trayectoria sobresaliente sabe de su poder para potenciar la credibilidad de los personajes, algo que es fruto de una exhaustiva documentación, mucho diálogo con el equipo directivo y un gran talento para vestir las emociones que nos transmite la pequeña pantalla.

P: En esta segunda temporada de ‘Toy Boy’, ¿cuál va a ser la evolución más importante en lo que a vestuario se refiere? ¿Quizá la incorporación de los dos nuevos personajes?

R: Así es. La incorporación de Michele Morrone y Federica Sabatini supone un acercamiento al mundo de la Mafia de una forma un poco más definida. El personaje de “El Turco” es un hombre hecho a sí mismo, que ha tenido una vida dura, intensa, espesa… Cuando me planteé su vestuario pensé mucho en sus miras, qué le gustaría, en qué tipo de look encajaría. En el caso de su hermana, el personaje de Rania, lo tuve claro… Yo, que he vivido en Italia y conozco muy bien a los italianos, elegí para ella un look sureño, el típico que hay en la región de Apulia o en la isla de Sicilia. Es esa cosa como un poco ostentosa, muy Dolce&Gabbanna y Versace, que son las marcas de referencia para su armario. Es ese estilo que huye del ‘menos es más’ para rendirse al ‘más es mucho mejor’, todo opulencia… pero opulencia oscura.

P: ¿Y los looks de los bailes? ¿Vamos a ver algún cambio? ¿Y en el resto de los personajes?

R: Sí, los looks de los bailes también han evolucionado. Son más potentes y creativos en el estilismo. Por su parte, el personaje de Macarena (Cristina Castaño) también experimenta un cambio en su look, relacionado con su evolución como personaje: mantiene su estilo sofisticado, pero, al haber perdido toda su empresa, está más ‘femme fatal’ que nunca.

P: ¿Y qué va a pasar con el armario de Triana?  

R: Su evolución estilísticamente no va a ser muy grande. Sí que abandona un poco el look modosito de abogada y tendrá un giro mucho más casual, debido en gran parte a que, tras el incendio con el que acabó la primera temporada, tiene grandes lesiones. Triana va a estar muy creíble, sigue con sus tonos neutros y naturales que siempre le han acompañado, aunque en esta temporada, con ropa más cómoda.

P: ‘Toy Boy’ supone un valiente giro al cambiar los roles de las típicas ficciones de strippers: ahora son los hombres los que se suben a la barra y ellas encarnan los personajes poderosos. 

R: En ese sentido tengo que decir que ya era hora de que la mujer dejase de ser el objeto de deseo y de morbo en este tipo de producciones y que veamos que los hombres también pueden ocupar ese rol. En el lado de la sociedad tradicional hetero hay mucha paranoia y muchos tabúes sobre el hombre (no se le puede ver desnudo, no provoca, siempre es poder) y en Plano a Plano lo estamos rompiendo claramente porque ahora son ellos los objetos, ellos los que se desnudan y ellos los que provocan tanto a mujeres como a hombres. Con la primera temporada ya lo hicimos y con la segunda, mucho más.

P: La serie refleja muy bien la diferencia entre clases sociales, está muy polarizada. Y, además, incluso en las clases altas, se abre un abismo entre las dos familias rivales. ¿Cómo se refleja esa perspectiva en el vestuario?

R: En primer lugar, me planteé diferenciar entre las dos grandes familias: los Rojas y los Medina. Estos últimos son ricos más actuales, más modernos y urbanos, mientras que el otro clan representa una riqueza más clásica, incluso con un puntito rancio. En Andalucía existe esto, tú vas a Sevilla o a Jerez y ves este tipo de perfiles: el terrateniente, el señorito andaluz… y, cuando diseño el vestuario de los Rojas, represento a este tipo de clase alta local, que son casi británicos.

P: ¿Existe esa vinculación entre Andalucía e Inglaterra?

R: Sí, muchísima. Andalucía tiene ese punto británico, una tradición que, además, está ligada a la cercanía con Gibraltar. Para vestir a los Rojas, eso lo he traducido en los tejidos, los colores, los estampados Liberty, los ‘twinset’ (conjunto femenino de rebeca y jersey de punto a juego). Para este vestuario pensé en el paralelismo entre dos de las casas reales más importantes: los Windsor y los Grimaldi, y en esas esferas coloqué a ambas familias. Siempre busco la parte social del personaje, hago una búsqueda y me documento de la manera más precisa y siempre busco referencias de personajes reales. Esa es la fórmula.

P: El camisón satén de Kim Bassinguer en ‘Nueve semanas y media’, el vestido cuello cisne blanco de Sharon Stone en ‘Instinto Básico’, la raja de la falda de Demi Moore en ‘Acoso’… Los thrillers eróticos siempre tienen una prenda icónica, fetiche. ¿Cuál es la de Toy Boy?

R: Lo tengo que dividir en dos. Sin duda, las prendas que marcan esta serie son, claramente, los slip de los chicos porque ellos son strippers y el erotismo masculino está resuelto de esa manera. Y por la parte femenina, los cuerpos lenceros de Macarena. Esos vestidos ajustados que a la vez son correctos, pero marcan el cuerpo y que le permiten vestir esa doble vida: por el día es una ejecutiva de éxito y por la noche tiene sus motivaciones para ir a esas fiestas privadas en las que da rienda suelta a su morbo. Para mí son una prenda que define muy bien al personaje: una blonda puede ser romántica a más no poder y convertirse en algo terriblemente erótico. Jugamos a esa especie de delgada línea donde las prendas tienen esas dobles lecturas. Que el espectador entienda a través de esa prenda lo que quiero decir, donde le quiero llevar.

P: ¿Cómo construyes el estilismo de cada personaje?

R: Lo primero es escuchar a los productores, guionistas y directores. Mantengo muchas reuniones con todo el equipo directivo, pero tengo que decir que el personaje real se crea de la mano de cómo te hayas documentado y cómo quieras llevarlo. Es esencial el guion para así saber dónde colocar al personaje, cuál es su pasado. Por otro lado, yo soy mucho de buscar al personaje a través de la dirección artística. La plástica la marcamos el director artístico y yo, y a esa unión le unes maquillaje y peluquería y conseguimos el último punto.

P: ¿Y qué tal con los actores? ¿Cómo es la relación? ¿Te ponen pegas?

R: Hay que llevarlos por el camino, explicarles que no se trata de trabajar con sus gustos personales, sino con el del personaje. A veces cuesta un poquito, pero, si son buenos actores -que la mayoría lo son-, no suele haber problema. Nosotros estamos para ayudarles a construir el personaje. En algunos casos es más difícil, en otros, menos … pero siempre llegamos a buen puerto.

P: ¿Con qué marcas y diseñadores has contado en esta segunda temporada? ¿Ha existido un compromiso por apostar por la moda española?

R: He intentado hacer hincapié en la moda española, ya que es una serie de éxito española y que tiene un marcado acento de nuestro país. Por lo tanto, hay más prendas españolas que extranjeras, aunque hay excepciones notorias, sobre todo con el vestuario vinculado a los nuevos personajes italianos. En ‘Toy Boy 2’ vamos a ver marcas internacionales como Cavalli y Dsquared2, pero también mucha moda española, especialmente en la figura de Macarena, a quien la vestimos con Roberto Torreta, Miguel Marinero, etc. El calzado es casi todo español y la lencería, 100% de aquí también. Yo siempre abogo por llevar el ‘made in Spain’ adelante, siempre y cuando entre en mi diseño de vestuario. Sin embargo, quisiera resaltar que no todo es buscar, comprar y alquilar… Nosotros hemos diseñado y confeccionado en nuestros talleres muchas prendas para los personajes y otras las hemos customizado para adecuarlas a lo que necesitábamos. De hecho, todos los trajes de los ‘toy boys’ en el escenario son prendas confeccionadas por nosotros.