PLANO A PLANO | Entrevista a Johnny Yebra, director de Fotografía en Plano a Plano

Madrid, 21 de enero de 2021

P: Eres director de fotografía desde hace muchos años, ¿Qué es lo que te llevó a meterte detrás de las cámaras? ¿Fue vocacional?

R: Mi hermano Carlos es fotógrafo de toda la vida y los estudios nunca se me dieron muy bien, aunque tenía mucha imaginación, por lo que me puse a trabajar con él. El primer año estuve barriendo y fregando el estudio, claro… pero luego ya me dejaron tocar una cámara. Tenía diecisiete años y me cambió la vida. Empecé a hacer mis pinitos, unos años haciendo fotos allí en varios sitios y, al cumplir los veinticuatro, ya tenía mi propio estudio de fotografía. De ahí me pasé al rodaje de videoclips y publicidad y empecé a viajar y a trabajar internacionalmente. Empezaba a estar muy cansado de viajar tanto, por lo que cuando tuve un par de ofertas para series de televisión no dudé y comencé a compaginar publicidad y ficción, pero solo al principio. Mi primer trabajo en este medio fue con ‘Acusados’. Después vino ‘Tierra de lobos’ y una larga lista que sigo engordando hoy en día.

P: ¿Cómo han avanzado los medios técnicos desde que empezaste en este mundillo? ¿Crees que los técnicos españoles se han adaptado a ello?

R: Han avanzado una barbaridad. Yo soy de los antiguos, vengo de rodar en 35 mm y de tirar miles y miles de metros. El gran avance que hemos vivido en esta profesión ha sido el salto del negativo al digital, algo que fue decisivo, pero también lógico.

P: ¿Lógico? ¿Se veía venir entonces?

R: Así es. Cuando todavía era fotógrafo de publicidad me fui a Stuttgart a aprender retoque digital y cuando volví a España les dije a mis colegas que se fuesen olvidando del negativo y la diapositiva. Yo he vivido todo ese cambio tan maravilloso. Empecé a hacer series con cámaras de vídeo antiguas, luego Red sacó su primera cámara y fue un gran avance, el salto al 35 digital. Al poco llegó la Alexa de Arri, con la que hice “Tierra de lobos” que fue, por cierto, la primera serie en Europa en rodarse con aquella maravilla. Ahora trabajamos principalmente con la Red Monstro. Respecto a lo que me preguntas del nivel, lo cierto es que en este país estamos al nivel de Alemania, de Estados Unidos o de cualquier lugar de referencia que se te ocurra.

P: ¿Está la formación técnica actualmente al mismo nivel de los profesionales que trabajáis en el sector?

R: Sin duda. Cuando yo empecé a trabajar y me preocupé por ir a alguna escuela, acabé desistiendo porque no me aportaban nada. Tuve que aprender a saco, a base de preguntar, romper y liarla más de una vez. Pero ahora no es así, actualmente hay grandes escuelas y estupendos profesores y los estudiantes salen con un buen nivel.

P: El plano del espejo de ‘El Apartamento’ de Billy Wilder, el plano en primera persona de ‘Tiburón’ de Steven Spielberg, el plano giratorio de la nave en ‘2001 Odisea en el espacio’ de Stanley Kubrick. De toda tu carrera, ¿cuál dirías que es “el plano Johnny Yebra”?

R: No te puedo decir uno solo, no tengo ninguno al que le tenga un cariño especial. Sí que te diré que para mí son muy importantes los arranques de cada serie. La preparación del primer día, ese primer momento… La verdad es que me sigue emocionando. La primera claqueta es algo fantástico.

P: ¿Crees que los técnicos de fotografía españoles son valorados tanto a nivel internacional?

R: Sin duda, trabajamos mucho fuera y somos muy valorados.

P: Ahora cada vez es más normal ver drones en las producciones, ¿cómo es trabajar con tecnología tan puntera? ¿Eres asiduo de este tipo de avances o prefieres tirar de la metodología clásica en algunos momentos?

R: No, qué va. Yo me apunto a todas. Cualquier máquina nueva que sale, ahí estoy yo usándola. Ahora con el COVID no puedo, pero desde hace cuatro años soy asiduo del IBC en Ámsterdam, siempre para cotillear y conocer lo nuevo que está saliendo. Los drones me parecen fantásticos. Cada vez son más pequeños y las cámaras cada vez tienen más calidad, una maravilla. Me encanta estar al día de todos los avances, utilizar todos los cachivaches y estar continuamente mirando máquinas nuevas, grúas nuevas…

P: Johnny, ¿eres capaz de ver una serie o una película y desvincularla de tu profesión, sin analizar cada plano, la luz y pensando en cómo lo hubieses planteado tú?

R: Absolutamente, no. Es imposible, directamente cuando veo la televisión me dejan solo en casa porque estoy parando constantemente, echando para atrás la imagen, etcétera. Estoy fatal en ese sentido.

P: Dicen que un director de Fotografía ejecuta acciones muy variadas y fundamentales. Expertos en la materia aseguran que un director de Fotografía es 33% artista, 33% técnico y 33% productor. ¿Cómo definirías a Johnny Yebra como director de Fotografía?

R: Totalmente de acuerdo con ese porcentaje, sin duda.

P: ¿Existe algún reto imposible para ti como director de fotografía?

R: Sí, me encantaría rodar para VR (realidad virtual).

P: Pero eso no es un imposible, es que no te has puesto todavía…

R: Ya, ya (risas)… pero es que es muy complejo, ves por ahí unos cortos de chavales que son magníficos que me tienen impresionado. Y es que creo que es el futuro, es ahí donde vamos, ten en cuenta que la inmersión dentro de la imagen es una realidad que cada vez va a ir a más. Es el futuro inmediato, sin duda.

P: Has trabajado en un gran número de producciones con diferentes productoras y plataformas, ¿qué es lo que más te influye a la hora de aceptar un trabajo?

R: Lo primero, que me motive y que sea un proyecto bonito. A todos los trabajos les doy el mismo cariño, da igual que sea una comedia, una serie costumbrista o un thriller con persecuciones. Cada uno tiene su tiempo de preparación y cada uno tiene su formato.

P: ‘Toy Boy’, ‘Servir y proteger’, ‘Sabuesos’, ‘Valeria’… Como profesional, ¿en qué género te sientes más cómodo?

R: Me encuentro muy bien en todos. Me gusta mucho más la acción y, sobre todo, rodar en exteriores, quizá por la complejidad que tiene (hay un montón de factores que no puedes controlar como el sol, las nubes, el viento…), pero me siento bastante tranquilo en cualquiera.

P: Actualmente estás trabajando en Valeria, ¿qué es lo más complicado de mostrar la belleza de una ciudad como Madrid?

R: La complejidad y el reto ha sido la propia Producción. “Hay que rodar a las horas que hay que rodar en cada sitio” (parafrasea). Pero bueno, esto son las luchas de los rodajes: yo quiero grabar a la hora que está bonita la luz en la calle de turno, pero eso tiene que encajar primero con Producción por tema de permisos y demás, luego con Dirección para que le encajen ahí los actores, el timming y la planificación de toda la serie. Es la guerra de cada día… pero es que la luz de una localización cambia muchísimo de las ocho de la mañana a la tarde, una barbaridad… No te puedes ni imaginar.

P: ¿La irrupción de las plataformas y el boom de las series han subido los estándares de calidad? ¿Han tenido que adaptarse?

R: A mí siempre me ha gustado estar muy en la vanguardia de la tecnología y, sinceramente, en Plano a Plano siempre hemos estado muy preparados en este sentido. A nivel de cámaras, estamos muy por encima de lo que se nos exige. Un ejemplo: a nosotros se nos pide 4K y estamos rodando en 8K, el doble de calidad de lo que nos exigen.