ENTREVISTA - ASÍ ES EL EQUIPO DE PLANO A PLANO
“ESTOS AÑOS HEMOS VIVIDO DE TODO: BODAS, NACIMIENTOS, ASCENSOS, DESPEDIDAS, ETC. PASAMOS MÁS TIEMPO CON NUESTROS COMPAÑEROS QUE CON NUESTRAS PROPIAS FAMILIAS”
"DESDE UN PRIMER MOMENTO, LA PREMISA DE CÉSAR BENÍTEZ FUE QUE MANTUVIÉSEMOS LA CALIDAD POR ENCIMA DE TODO. ESTO ES LO QUE HEMOS INTENTADO A LO LARGO DE TODOS ESTOS AÑOS A PESAR DE LAS DIFICULTADES”
Madrid, 17 de diciembre de 2020
P: Si una producción de ficción fuese una compleja máquina de ingeniería, ¿qué pieza en concreto sería tu puesto?
R: Creo que la producción, en general, sería el engranaje que hace que las demás piezas funcionen.
P: ¿Tu puesto está revestido de alguna consideración especial en el caso de las series diarias? ¿Aumenta la complejidad?
R: Cada proyecto es un reto nuevo y completamente distinto al anterior, pero en el caso de las series diarias aumenta la complejidad, porque debe estar todo diseñado con mucha precisión. El tiempo está muy medido y debemos trabajar con una planificación exhaustiva. En nuestro caso concreto, grabamos diariamente una secuencia a la hora y tenemos dos unidades y, en ocasiones tres, grabando simultáneamente (tanto en plató como en exteriores).
Esto hace que tanto el equipo humano, del que forman parte unas 120 personas de media al día (entre equipo técnico, artístico, figuración…), como los medios técnicos necesarios, se duplican o triplican, lo que supone que los problemas que puedan surgir se multipliquen también. Cualquier fallo en una unidad afecta a las otras dos y supone un gran problema. A esto se añade que se trata de una serie diaria excepcional, porque tenemos muchos exteriores y secuencias complicadas con mucha acción, tiroteos, explosiones, vehículos, especialistas, etc. que no es una cosa habitual en una diaria. Por ello, la producción de esta serie implica mucha creatividad para dar solución a los problemas que ocurren inevitablemente en la grabación.
P: El COVID nos ha afectado a todos y muchos han tenido que adaptarse a esta nueva circunstancia. ¿Cómo has adaptado tu modus operandi y qué grado de dificultad/oportunidad ha supuesto para un rodaje como el de ‘Servir y proteger’?
R: Ha sido bastante duro tener que adaptarnos a toda velocidad a esta nueva situación. Un rodaje tiene unas características tan particulares que lo hacen muy complicado. Aun así, se han establecido estrictos protocolos que con el tiempo se han interiorizado de tal forma que ahora nos parecen normales. El uso permanente de mascarillas y medios de protección, las distancias de seguridad, las pruebas de COVID, el seguimiento, etc.
El protocolo arranca a las 05:00 de la madrugada con la llegada al plató de las primeras personas del equipo (siempre con producción a la cabeza) y los primeros actores. Control de accesos, temperatura, entrega de EPIS, desinfección de manos…etc. Pero en el caso de una serie, es complicadísimo, los actores deben estar súper controlados con análisis constantes.
Esto se complica con las incorporaciones de los episódicos, que deben haber pasado PCR negativas para poder grabar (además de las pruebas de antígenos que se deben realizar antes de acceder al plató), lo que nos limita muchísimo a la hora de tener que modificar el plan por necesidades de la producción, etc.
Antes, por ejemplo, si tenías que suspender un exterior por lluvia, podías sacar un nueva orden de grabación con los actores que tenías disponibles, ahora esta posibilidad se reduce mucho, ya que no puedes contar con actores de un día para otro porque no tienen las pruebas hechas y esto se hace extensivo a los técnicos. Por otro lado, entre otras cosas, hemos tenido que modificar y distribuir de nuevo todos los espacios del plató: las salas de postproducción y comedores se han reconvertido en camerinos, los espacios se han modificado por completo, se han suprimido los espacios comunes, lo que afecta a las jornadas de grabación (ya que no podemos grabar más de 8 horas sin corte de comida), los camerinos no se pueden compartir y debe llevarse un control constante de su desinfección.
Se han establecido estrictos protocolos en todos los departamentos, desinfección constante de decorados y zonas comunes, desinfección de vestuarios, de absolutamente todo el atrezzo utilizado, maquillaje, brochas, pinceles, cepillos… Igualmente, los equipos técnicos, cámaras, micrófonos, trípodes, etc. Y todo esto se complica aún más cuando el rodaje es en exteriores.
P: De una producción de ficción ordinaria (con unos capítulos definidos por temporada, etc.) a una diaria, como el caso que nos ocupa, entiendo que la relación del equipo es distinta, más cercana, más intensa. Casi como una familia…
R: En todos los proyectos se genera siempre una relación muy estrecha con los compañeros de equipo. En una diaria, más, ya que el proyecto es mucho más largo y se estrechan mucho los lazos. Además, considero que es importantísimo mantener un buen ambiente en el equipo, de esta forma todo funciona mucho mejor y ayuda a que trabajen de una forma más coordinada todos los departamentos.
Desde hace cinco años que comenzamos la preproducción de la serie, hemos vivido de todo, bodas, nacimientos, ascensos, despedidas, etc. Pasamos más tiempo con nuestros compañeros que con nuestras propias familias.
P: Me gustaría que nos hicieras un balance de cómo ha evolucionado la serie durante estas temporadas y también cómo has evolucionado tú en todo este tiempo.
R: Han cambiado muchas cosas, aunque yo creo que en esencia somos los mismos del primer día. Desde un primer momento, la premisa de César Benítez fue que mantuviésemos la calidad por encima de todo. Esto es lo que hemos intentado a lo largo de todos estos años a pesar de las dificultades y, sinceramente, creo que el resultado es muy bueno. Somos una serie diaria que en muchas ocasiones parece un prime time. En cuanto al equipo técnico, hay becarios que entraron sin saber nada y ahora son unos estupendos auxiliares, ayudantes de dirección que han pasado a dirigir con mucho talento, auxiliares de cámara que se han convertido en estupendos operadores, etc. Una de las mayores ventajas de las series de largo recorrido son las posibilidades de proyección que surgen para los técnicos. Es un aprendizaje diario del que muchas veces no somos conscientes. Y creo que ,yo personalmente, he aprendido muchísimo, y sigo aprendiendo a diario.
P: ¿En qué medida producir para una cadena pública (con una vocación de servicio y sus características) condiciona una serie como ‘Servir y proteger’?
R: Las tramas se deben abordar con bastante cuidado, ya no sólo porque se trate de una cadena pública, sino por el horario de emisión. La verdad es que tenemos bastantes condicionantes, desde que las tramas sean más blancas, el lenguaje utilizado, los temas que se abordan… Esto, en ocasiones, es muy complicado, al fin y al cabo, se trata de una serie policiaca que aborda temas complejos: trata de blancas, tráfico de drogas, secuestros, etc.
Por otro lado, es patente en la serie la vocación de servicio público, dando visibilidad a temas como el maltrato, la mujer, la transexualidad, los mayores, la crisis, ayuda social… Además, al ser una cadena pública, el tema de la publicidad es delicado. Es muy complicado, ya no sólo que se nos elimine la posibilidad del product placement, sino que se debe realizar un control exhaustivo para eliminar cualquier marca que pueda aparecer en imagen. En la ropa de los personajes, los coches utilizados, electrodomésticos, fachadas de edificios en exteriores… Aquí destaca el gran trabajo del equipo de Arte, que se inventa mil maneras de evitar las marcas, hacen ficticios para sustituir los productos reales…
P: ¿Cómo es el ambiente de trabajo en ‘Servir y proteger’ en concreto y en Plano a Plano en general?
R: Realmente muy bueno: ¡es un equipazo! Son grandes profesionales, con muchísima experiencia, y esta serie es el resultado de la ilusión y el saber hacer de todos ellos.
P: La serie, aunque originariamente no está dedicada a un target infantil sí que es una de las favoritas de este público. ¿Condiciona saber que los niños son unos fieles seguidores de las tramas policiacas de ‘Servir y proteger’?
R: Es estupendo. El público infantil es muy fiel, aunque sí condicionan mucho las limitaciones por el horario infantil.
P: ¿Erigirse como jefa de producción de referencia en una empresa como Plano a Plano, una de las más heterogéneas en lo que tipos y géneros se refiere, supone una oportunidad para poder diversificar tu trayectoria sin salir de la misma compañía?
R: Bueno, eso me gustaría. Cuando comencé en Plano a Plano a trabajar fue con una serie maravillosa: ‘El Caso’. Fue un proyecto precioso y del que todos estamos orgullosos, y que recordaremos siempre con mucho cariño. Al poco tiempo, comenzamos ‘Servir y proteger’, y repitiendo equipo de producción, que para mí es el mejor. Todos supimos adaptarnos inmediatamente a la nueva producción, y creo que funcionando perfectamente. Me encantaría poder abordar nuevos proyectos con este equipo estupendo y en una productora que, ahora mismo, es referencia en el panorama audiovisual.
P: ¿Crees que las series diarias tienen la consideración/proyección que se merecen o que sigue habiendo clasismo dentro de los títulos según su presupuesto/cadencia/género? ¿Son las grandes olvidadas del sector?
R: En ocasiones se consideran producciones menores y me parece un gran error. Yo he trabajado en todo tipo de proyectos: series de prime time, cine, publicidad y programas y, en muchas ocasiones, en ‘Servir y proteger’ hemos hecho cosas que no tienen nada que envidiar a algunos proyectos con mucho más presupuesto o proyección. Además, en lo que se refiere a la producción, abordar una serie diaria de estas características puede suponer un reto superior a otras producciones de mayor escala. Es la primera vez que se hace una serie diaria policiaca, con todo lo que ello conlleva.
P: ¿El boom del avance tecnológico aplicado a la producción de ficción en qué medida es positivo y cuándo no?
R: Es positivo, ya que se multiplican las opciones y las posibilidades. La audiencia se ha fragmentado en un universo de productos, de canales y plataformas, pero esto también nos lleva a unos enormes niveles de presión para innovar.