PLANO A PLANO | Entrevista a Mercedes Canales, directora de Arte de ‘Toy Boy’

Madrid, 25 de marzo de 2021 

Arte. 1. Actividad en la que el hombre recrea, con una finalidad estética, un aspecto de la realidad o un sentimiento en formas bellas valiéndose de la materia, la imagen o el sonido.

Escenógrafo, arquitecto de platós, atrezzista, decorador, diseñador de mobiliario y buscador de tesoros. Las funciones de un director de Arte son tantas que no extraña que el cargo se antoje, a la hora de definirlo, tan amplio. Responsable de crear atmósferas, de hacer creíble lo ficticio y de dotar a las producciones del contexto físico necesario, el puesto de director de Arte encuentra en la figura de Mercedes Canales el paradigma de pasión por la profesión, entrega absoluta a los proyectos y generosidad de talento.

P: ¿Cómo se llega a ser director de Arte? ¿Qué formación o estudios son necesarios? ¿Cuál es tu historia, Mercedes?

R: Bueno, yo hice la carrera de Arquitectura de Interiores en Londres, una formación que era muy poco técnica, pero muy artística, muy conceptual. Allí lo más importante era cómo llegabas a la idea y no cómo la ejecutabas. Cuando llegué a Madrid, una vez acabados los estudios, tuve la suerte de trabajar con Carlos de Dorremochea (‘Servir y proteger’), un estupendo director de Arte y buenísimo proyeccionista y se convirtió en mi maestro. Con Carlos estuve trabajando muchos años: él hacía más los espacios y yo decoraba. Sin embargo, en esa época me di cuenta de que me faltaba técnica y me matriculé en Diseño de Interiores en Madrid. Ahí cerré el ciclo: tenía la formación y la experiencia.

P: ¿Cuánto tiempo antes de que arranque la producción empiezas a trabajar en el proyecto?

R: Depende mucho del tipo de producción. No es igual recrear el Nueva York de los años 50 que grabar en escenarios naturales. Las series que llevan plató tienen mucha más producción: necesitas crear, reproducir y construir.

Pero sí, yo soy de las primeras en incorporarme. Primero me leo los guiones, hago una propuesta a producción ejecutiva y después de eso tenemos reunión con el director de Fotografía, le damos una vuelta y estudiamos bien los planos. Luego solemos tener reunión con Vestuario y es aquí cuando desde Arte marcamos los colores, siempre somos nosotros quienes abrimos el camino de la colorimetría de la serie: las gamas, la saturación de color, etc.

En este puesto se deben tener muchas cosas en cuenta: tú diseñas el decorado, pero tienes que encargarte también de todas las vías de servicio para que la gente se mueva, todos los escapes por el decorado, las entradas de maquinaria, etc. Hay que tener en cuenta que por el decorado que has planteado se van a estar moviendo cada día de noventa a cien personas.

P: Y durante el rodaje… ¿Qué funciones desarrolla el director de Arte?

R: Aquí el trabajo es distinto. Yo me desvinculo un poco del día a día del rodaje, puesto que las ayudantes se van encargando del atrezzo y, como siempre tengo que estar de avanzadilla, mientras se está rodando en un sitio yo estoy abriendo nuevos decorados, la verdad es que el ritmo es de no parar.

P: Háblanos de ‘Toy Boy’

R: Estoy muy satisfecha de cómo están saliendo las cosas. Es más, estoy sorprendida incluso. Cuando César Benítez me pasó los guiones y vi que el escenario principal era una discoteca, enseguida le planteé que era una pena rodar en la Costa del Sol y meternos en un lugar cerrado. Le propuse buscar un club o algo similar, con ventanas abiertas, con vistas al mar. Como siempre, César confió en mi intuición y, tras bajar a Málaga con David Jareño, encontramos un sitio maravilloso que hemos conseguido adaptar, decorar, tunear y transformar en un decorado bonito, sutil, cambiante y etéreo. Vine con esa idea y, cuando al final quieres algo de verdad y lo buscas, siempre lo encuentras. Encontrar esta localización fue maravilloso y todo el mundo está muy contento con el resultado.

P: La mirilla de la puerta de ‘Friends’, el papel pintado de ‘Stranger Things’, el sofá de ‘Don Draper’… Toda serie tiene su pieza icónica en decoración, ¿cuál es la de Toy Boy?

R: Los reservados del One Per Cent son una pasada. Son mágicos. La sala es impresionante porque era muy fea y la hemos estructurado con seis volúmenes hacia arriba, con una tela de tul de novia y en rosa empolvado: es un espacio muy femenino que de día abres las cortinas y ves el mar, las palmeras y entra toda la luz, y de noche lo puedes convertir en lo que quieras con la luz.

P: ¿La proyección internacional que tuvo la primera temporada de la serie y la ventana exterior que supone para Málaga está en vuestra mente a la hora de proyectar esos nuevos espacios?

R: ¿Sabes qué? Se nos olvida mucho y a todos. A veces lo pensamos, pero luego puestos en el día a día resolviendo el trabajo se te va olvidando. Creo que en ‘Toy Boy 2’ hemos dado un paso hacia delante en lo visual respecto a la temporada pasada. Nos hemos abierto a otro nivel. Los guiones nos han llevado a eso y las decisiones que tomamos desde el principio también.

P: Cuando empezaste con ‘Toy Boy’ venías de terminar Valeria. ¿Cómo ha sido la transición? ¿Has necesitado descompresión para desarrollar universos tan distintos?

R: En realidad he tenido que compaginar ambas series durante un tiempo. Y bueno, antes sí que necesitaba más tiempo entre un trabajo y otro, pero ahora mismo no es necesario. La vida me ha llevado a esta forma de hacerlo y no hay problema en enlazar una serie con otra. Yo creo que la limpieza, que es por lo que me preguntabas, empieza en el momento en el que te lees el siguiente guion. Cuando lo hago, mi cabeza empieza ya a pensar en el nuevo proyecto y eso es lo que te lleva a limpiar el anterior. Lo que más cuesta es ese arranque, diseñar, darle forma, vomitar.

P: Momentos muy intensos, entiendo…

R: Sí, pero fíjate la situación que tengo ahora en lo personal es mucho más tranquila: mis hijos ya son mayores y no tengo que estar ejerciendo de mamá todo el día. Estoy mejor y tranquila y eso me permite hacer cosas como estas, enlazar una serie con otra.

P: Hablando de Valeria y en lo que al diseño de interiores de la serie se refiere, creo que estamos a punto de recibir una muy buena noticia en Plano a Plano.

R: Así es… aunque no podemos desvelar nada todavía. Verás, eso que está a punto de comunicarse era uno de mis dos sueños desde que empecé en esto. Y he conseguido cumplir ambos.

P: El primero no lo podemos decir (todavía). ¿Y el segundo cuál era?

R: Trabajar con César Benítez. Me hizo una ilusión tremenda cuando empecé a trabajar con él.

P: ¿Tienes relación con los actores?

R: Me gusta mucho hablar con ellos, antes se podía hacer más, pero la verdad es que me parece importante si tengo que diseñar una casa muy personal hablar con el actor, si quiere meter algún detalle que les ayude a la hora de interpretar.

P: Es algo muy generoso, pero… ¿no es peligroso pedirles opinión?

R: No, porque a ellos también les ayuda y al final la última palabra siempre es del director. Tampoco es que los actores marquen muchas cosas y mira, si a ellos les funciona, genial y a mí a veces también me da la clave. Verás, no siempre tengo todo tan claro… En ocasiones te encuentras en sitios y complicaciones donde no ves la salida. Es curioso, muchas veces cuando me pasa esto y me meto en la cama pienso “seguro que de noche lo voy a resolver” y así es. Me despierto en mitad de la noche, cojo el cuadernito que tengo en la mesilla y lo apunto. Es increíble, cuando no se me ocurre la solución inmediatamente, solo necesito que el cerebro descanse una gota y es entonces cuando la idea que estabas buscando salta y dices: “Era esto”.