ENTREVISTA - ASÍ ES EL EQUIPO DE PLANO A PLANO
“AHORA TODO EL MUNDO ES FOTÓGRAFO PORQUE TIENE INSTAGRAM Y TODO EL MUNDO TIENE AMIGOS PORQUE TIENE REDES SOCIALES”
“DURANTE MÁS DE VEINTE AÑOS COMPAGINÉ LA GRAN PANTALLA CON LA TELE Y CON MI TRABAJO PARA FOTOGRAMAS COMO FOTÓGRAFO”
“¿PRESCINDIR DEL FOTO FIJA EN LOS RODAJES? HAY MUCHA GENTE QUE LO HACE Y NUNCA ENTENDERÉ POR QUÉ. Y NO ES TANTO PORQUE NO ME LLAMEN A MÍ, SINO QUE REDUNDA EN LAS POSIBILIDADES DE PROMOCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE UN TÍTULO”
Madrid, 17 de junio de 2021
La escritora francesa Marguerite Yourcenar dijo que “A veces hace falta un ramalazo de locura para construir un destino”. No nos atrevemos a tildar de enajenación la decisión que cambió la vida de Pipo Fernández, pero lo cierto es que sigue sorprendiendo qué lleva a un chaval de 22 años con un futuro brillante en Unión Eléctrica Madrileña (hoy Iberdrola) a dejarlo todo y a echarse dos cámaras al hombro mientras recorría la Gran Vía de estreno en estreno.
P: Explícate, Pipo
R: Mi padre, que era un pez gordo de esa compañía, me enchufó de auxiliar administrativo y yo la verdad no sabía muy bien qué hacía allí, así que lo dejé, me colgué la cámara y, como vivía en el centro de Madrid, pues lo que tenía más a tiro eran los estrenos de cine y empecé a colarme en las premieres, diciendo que era de prensa, y así empecé a conocer a gente.
P: Y empezaste a sacar fotos, así sin formación, sin contactos…
R: Y ni siquiera sacaba fotos. No usaba carretes porque costaban dinero… y revelar las fotografías, también, así que usaba lo que denominamos el carrete inglés: hacía que la gente posara y hacía como que sacaba fotos, pero sin hacerlo.
P: Y pasó de ser un hobby a una forma de ganarte la vida
R: Sí, tanto iba de estreno en estreno que empecé a rodearme de gente del mundillo… y así hasta que alguien te pregunta qué haces, le dices que eres freelance y un día te piden que les hagas unas fotos. Y bueno, tan mal no lo haría cuando me volvían a llamar una y otra vez.
P: Y del mundo de la alfombra roja pasas a hacer foto fija. ¿Cuánto tiempo llevas haciendo este trabajo?
R: Llevo 35 años en esto, desde mi primera peli, que fue “Redondela”, hasta hoy, que, además de mi trabajo en “Servir y Proteger”, sigo haciendo cine. Desde el principio me gustó la foto fija, es otro mundo. Con la prensa tengo que reconocer que se ganaba dinero, pero era todo a base de flash, todo muy agresivo. Entras y te vas a un estreno. Nunca he hecho corazón y me he especializado en cine sin que haya una especialización en cine.
P: Y, con todos los contactos que empezaste a tener desde el principio, ¿nunca decidiste pasarte al lado del couché?
R: No. Nunca acepté hacer de paparazzi, antes te ofrecían mucho dinero para hacer ciertos tipos de fotos, pero nunca me ha atraído el mundo del corazón. Respeto mucho a los compañeros que hacen esto, pero nunca me ha gustado.
P: ¿Cuánto tiempo llevas haciendo foto fija en series en televisión?
R: Llevo lo que llevan las cadenas. En realidad, durante más de veinte años compaginé la gran pantalla con la tele y con mi trabajo para Fotogramas como fotógrafo. La verdad es que no se vive mal, antes se ganaba mucho más que ahora: era todo más cerrado, más reducido y familiar.
P: Pipo, mucha gente se puede preguntar si con las nuevas tecnologías es necesario un foto fija, si no es viable acceder a fotogramas de calidad y así prescindir de un fotógrafo en plató.
R: Llevo escuchando veinte años esto mismo: que se va a prescindir del foto fija en los rodajes. A ver… hay mucha gente que lo hace, nunca entenderé por qué, y no es tanto porque no me llamen a mí, sino que redunda en las posibilidades de promoción y comercialización de un título. ¿De los 24/25 frames por segundo se puede sacar alguno? Pues sí, pero no todas esas imágenes valen: no suelen tener calidad, están vibradas y se tira a otra velocidad. Yo estoy súper a favor de la tecnología, es alucinante cómo ha cambiado nuestro trabajo… Ahora disparo con cámaras que no suenan y es una maravilla.
P: Antes has dicho que hay muchas productoras que no cuentan con un foto fija. Sin embargo, tú llevas casi un lustro trabajando diariamente en “Servir y Proteger”.
R: Bueno, en esta casa, en Plano a Plano, hay una cosa que se llama respeto y ahora hay mucho intruso en este mundo de grandes productoras. Hay productores que hace diez años estaban vendiendo, eran directores de marketing o presidentes de Cortefiel (por poner un ejemplo) y ahora se han metido al cine. Esa gente intenta ahorrar de todos lados sin ningún criterio. Y luego está César Benítez, que lo ha vivido desde el principio y que sabe que esto es un oficio. ¿Tú sabes lo que es explicarle a un tío que viene del marketing cuál es tu trabajo porque no tiene ni idea? ¿Explicarle que en el recorrido comercial que tenga ese producto va a necesitar fotos? El mundo ahora no solo es Instagram y Tik Tok y te van a exigir un soporte que no te lo va a dar un frame. Eso aquí, en Plano a Plano, lo tienen muy claro.
P: Ahora que lo mencionas, ¿las redes sociales te han perjudicado?
R: ¿A mí? En absoluto. Al mundo del corazón supongo que sí, porque ahora los famosos ya publicitan su vida privada. Otra cosa es mi opinión y cómo está afectando al sector… y me refiero a que a veces las cadenas o incluso las productoras priman más la popularidad en redes sociales de un intérprete a su valía profesional. Pero vamos… termina de resultar hasta mofante: ahora todo el mundo es fotógrafo porque tiene Instagram y ahora todo el mundo tiene amigos porque tiene redes sociales.
P: En toda tu extensa carrera, ¿cuál ha sido el momento más impresionante?
R: ¡Uf! Yo he tenido a Marlon Brando en una habitación oscura diciendo “I am Torquemada” y ha sido la primera y la última vez que me han temblado las piernas. Hace veinte años de esto y todavía lo recuerdo. Sin embargo, también digo que no soy mitómano y juro que le puse el mismo cariño a esa foto que a las que hago a Luisa Martín.
P: ¿Cuál es el encargo que mejor te ha definido en todos estos años?
R: Bueno, la película a la que le tengo más cariño es, como siempre pasa, la que me resultó más dura. “El día de la bestia”, de Álex de la Iglesia. Fueron diecisiete semanas en analógico todo, rodando todas las secuencias menos una de noche. Todo exteriores y con un frío que todavía recuerdo.
P ¿Uno de los pilares del buen foto fija es convertirse en invisible en el rodaje?
R: Invisible, invisible no soy (risas). Yo hablo mucho y se sabe cuándo estoy por ahí. Soy muy de chascarrillo, de broma, muy cuartelero y descarado. Tengo callo porque la vida me lo ha hecho.
P: Cambiemos de tercio. Después de cinco temporadas en “Servir y Proteger”, ¿cómo haces para que tu trabajo no pierda frescura, que no caiga en la monotonía, que las fotos sean siempre novedosas?
R: Fíjate, esa es una de las complicaciones que tiene. Mucha gente puede pensar que una serie diaria es la más fácil porque tienes a los mismos actores siempre, porque las localizaciones son las mismas… y, todo lo contrario: es la más difícil. Yo si hago una peli de la guerra civil tengo muchos elementos: tengo caballos, tiros y soldados… pero una serie como ésta es mucho de conversaciones. ¿Cómo consigo no caer en la monotonía? Me baso en los personajes, estoy siempre pendiente de coger los momentos e intento no acomodarme.