TOY BOY | El coreógrafo de la serie nos cuenta cómo fue el trabajo con los cinco 'boys'
“En Toy Boy las coreografías están hechas para la cámara, para el espectador. Cada paso está adaptado a su plano”
Madrid, 14 de abril de 2020
Fidel Buika es el creador de las coreografías de Toy Boy. Bailarín y coreógrafo, ha sido durante más de un año el encargado de preparar los números de baile de la serie para Jesús Mosquera, Jose de la Torre, Carlo Costanzia, Raudel Raúl Martiato y Carlos Scholz, los cinco boys protagonistas de esta ficción producida por Plano a Plano.
“El primer paso de toda coreografía es buscar el objetivo de la misma. Siempre es distinto en una coreografía para teatro, un videoclip, un anuncio o una serie”, asegura Buika, quien explica que, en el caso de Toy Boy, al tratarse de una coreografía de strippers, su propósito fue que “fuera sensual y, en algunos puntos, sexual, de una manera muy elegante”.
Para su desarrollo creativo, Buika se inspiró principalmente en la película ‘Magic Mike XXL’, con Channing Tatum como estríper protagonista, pero también en las líneas de actuación de otros espectáculos y musicales que actualmente pueden verse en Londres, Las Vegas o Alemania.
Una vez identificado el objetivo de la coreografía, lo más difícil para Buika fue poner a todos los actores en el mismo nivel de baile. “La mayoría no había bailado nunca. Tuve que ver qué podía sacar de cada uno de ellos y de todos en su conjunto. Se trataba de ver cuál era su punto más fuerte y jugar para que se viesen muy bien ante la cámara”, cuenta.
En este sentido, explica que “no es lo mismo hacer una coreografía en vivo que grabada”. “En directo no sabes lo que te va a pasar o quién te va a filmar”, afirma Buika, quien, sin embargo, no le resta dificultad a las coreografías filmadas, que cuentan con sus propias particularidades.
UN PASO, UN PLANO
“En Toy Boy las coreografías están hechas para la cámara, para el espectador, para los distintos planos. Cortos, largos, solo de cuerpo, en el suelo… Cada paso está adaptado a su plano”, detalla Buika, como muestra de la preparación y estudio previo de cada uno de los números.
Tanto es así, que antes del inicio del rodaje, Buika y los cinco actores trabajaron durante ocho meses en las coreografías, ensayando tres horas diarias de lunes a viernes.
Los ensayos de baile se compaginaban también con sesiones de entrenamiento en el gimnasio. Todo ello para poder ofrecer la mejor versión de los cinco boys sobre el escenario: vestidos de bomberos, gladiadores, boxeadores con luces fluorescentes, en una cama redonda, sobre un ring con máscaras de animales o como ‘El fantasma de la ópera’. ¡Vamos a recordar algunas de las coreografías!
DIFICULTAD AÑADIDA
A las coreografías de Toy Boy, hay que sumar una dificultad, y es que, aparte de bailar, los chicos tenían que quitarse la ropa. Algo que, vistos los buenos resultados en pantalla, puede parecer sencillo, pero no lo es en el caso de actores que no están acostumbrados a ello. “Jesús, Jose, Carlo, Raudel y Carlos han pasado de no bailar nunca a hacerlo delante de la cámara y encima quitándose la ropa… Eso es un reto muy muy difícil”, resalta Buika, quien habló de ello hace unos días con algunos de los actores en un directo desde el perfil de Instagram de Plano a Plano.
Para el coreógrafo, la predisposición y buena actitud de los actores fue en este sentido fundamental durante todo el proceso de aprendizaje, que se prolongó varios meses más, ya iniciadas las grabaciones y hasta la finalización de las mismas.
“Me ha gustado mucho cómo ellos se han tomado este trabajo. Han estado totalmente involucrados. Iban a tope, con todo. Cuando alguno no salía en la coreografía, se la aprendía igualmente para seguir mejorando”, destaca Buika.
Según él, “la compenetración ha sido increíble”. “Lo más gratificante ha sido poder disfrutar y hacerlo todos juntos. Yo era parte de ellos. Los seis nos lo hemos pasado muy bien”, añade Buika, para quien Toy Boy ha sido, tanto a nivel profesional como personal, uno de los proyectos “más motivadores y emocionantes” que ha tenido a lo largo de su carrera y que llevará consigo “toda la vida”.
