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ENTREVISTA - ASÍ ES EL EQUIPO DE PLANO A PLANO

“ES UN GUSTAZO TRABAJAR CON CÉSAR BENÍTEZ. TIENE UNA EXPERIENCIA INCREÍBLE Y ESTÁ MUY COMPROMETIDO. VINO A LAS LOCALIZACIONES ARTÍSTICAS, HA ESTADO EN RODAJE, ESTÁ MUY INVOLUCRADO Y NO PIERDE OJO”

“LAS LOCALIZACIONES QUE HEMOS ESCOGIDO PARA ESTA SEGUNDA TEMPORADA VAN A AUMENTAR EL NIVEL Y LA CALIDAD DE LA PRODUCCIÓN. ESO QUE EN ESTADOS UNIDOS LLAMAN PRODUCTION VALUE”

“TENEMOS LA SUERTE DE CONTAR CON LA AYUDA DE LA MÁLAGA FILM OFFICE, QUE ENTIENDE MUY BIEN QUE LOS RODAJES REVITALIZAN LA ECONOMÍA DE UNA CIUDAD”

Madrid, 12 de marzo de 2021

P: ¿Cuándo empieza el trabajo de un localizador y cuándo se da por concluido en todo el proceso de producción de una obra de ficción?

R: Empieza antes del rodaje, de dos a tres meses dependiendo del tipo de producción. Una vez que los guiones están aprobados, el director de Producción se pone en contacto con el localizador y se afrontan dos fases: Preproducción, que incluye scout de localizaciones para que tanto dirección de Producción como dirección de Arte lo aprueben, y permisos de rodaje, que en muchos casos se demoran hasta cuatro semanas. A continuación, en la fase de Producción-Rodaje, el trabajo se divide en conseguir reservas de espacio (hablar con ayuntamientos, policía local, propietarios de terrenos, etc.) para obtener los espacios para que todos nuestros furgones de producción, cámaras, eléctricos, grip, arte, vestuario, etc. tengan su lugar de aparcamiento lo más cercano al set y abrir y cerrar la localización.

Los localizadores somos los primeros en abrir una localización. Siempre estamos allí para recibir a los primeros camiones que llegan que suelen ser catering y la motorhome. Es preparar que todo esté listo para el arranque: aparcamiento, habilitar espacios de procesos (maquillaje, vestuario, figuración, sala de descanso para actores, espacio para combo de monitores…). Para cualquier eventualidad o necesidad que surja en la localización, siempre se tiende a acudir al localizador: desde que un eléctrico se tenga que subir a la azotea de un hotel para poder tirar una manga, a una barca que esté en medio del puerto haciendo ruidos que afectan y perjudican a sonido, por poner un ejemplo.

P: Imagino que es un universo de burocracia, permisos y mucho tiempo invertido en demoras…

R: Sí, de hecho, a modo de anécdota, en ‘Toy Boy’ vamos a rodar en dos canteras cuya titularidad depende de Medio Ambiente, pero cuya explotación es de Minas. Literalmente, me ha llevado tres meses conseguir los permisos, con llamadas diarias, haciendo decenas de registros electrónicos y rellenando una interminable documentación y, para más inri, con los trabajadores de las distintas delegaciones teletrabajando. Así que ha sido un auténtico parto. Pero bueno, en este caso la verdad es que ambas localizaciones son espectaculares, así que espero que todo el trabajo que hay detrás merezca la pena y brille en la pantalla.

P: ¿Con qué departamentos tiene el localizador una mayor sinergia y cómo se establece el trabajo en coordinación con sus responsables?

R: La mayor sinergia se establece tanto con el director y jefes de Producción como con la dirección de Arte. A nivel logístico y de presupuesto, más con Producción, y a un nivel más artístico-estético con el Departamento de Arte y con Dirección. Ya en rodaje, también se establecen sinergias con los auxiliares de Producción, por ejemplo, a la hora de coordinar un corte de tráfico en una carretera y en general con todos los departamentos. Cuando llegan a la localización, todos quieren aparcar en el mejor sitio, el más cercano al set y, aunque se pretenda contentar a todo el mundo, no siempre se puede.

P: Las localizaciones de una ficción son tan relevantes que, de hecho, muchas veces tienen vida más allá de lo que es la propia producción. Rutas en las localizaciones de ‘Sexo en Nueva York’, revitalización turística en escenarios como la Galicia de ‘El desorden que dejas’, etc.

R: Está claro que el hecho de que pasen producciones importantes por algunos sitios emblemáticos incrementa el interés social por acudir a estas localizaciones. Sitios como el Alcázar o el Torcal han triplicado sus visitas turísticas una vez finalizadas las grandes producciones que han tenido lugar en estos sitios.

P: En este momento estás trabajando en Toy Boy. ¿Qué nos puedes decir de las localizaciones de esta segunda temporada y qué protagonismo van a tener dentro de las tramas?

R: Creo que en líneas generales las localizaciones que hemos escogido para esta segunda temporada van a aumentar el nivel y la calidad de la producción. Eso que en Estados Unidos llaman ‘production value’. Por poner un ejemplo, el retiro del gurú donde Macarena sufre una importante metamorfosis es espectacular. Además de la cantera de la que ya he hablado, me siento particularmente orgulloso de la localización del desierto. Debido a la distancia, no podíamos ir al de Tabernas en Almería, así que había que buscar algo árido por Málaga y no era tarea fácil y mucho menos en marzo. Encontré un sitio que por suerte gustó mucho y del que decían que parecía Siria. También había otra localización marcada por Guión, como es el Acuario, que luego, cuando lo vimos, no nos convencía mucho y propuse cambiarlo por unas cuevas. A nuestro director le encantó la idea y ya lo hemos rodado. Tampoco me puedo olvidar de la localización que tenemos prevista para rodar con María Pedraza. La reaparición de Triana será en un sitio muy emblemático de Málaga capital. Solo diré que es nocturna y que se verá toda la ciudad iluminada, pero prefiero no dar más pistas por no hacer spoiler.

P: ¿Crees que el hecho de localizar en Málaga una serie tan internacional como ‘Toy Boy’ será rentabilizado por esa provincia y sus municipios como imagen exterior y de Marca España?

R: Por supuesto, de hecho, tenemos la suerte de contar con la ayuda de la Málaga Film Office, que entiende muy bien que los rodajes revitalizan la economía de una ciudad. Un rodaje mueve dinero en restaurantes, hoteles, alquileres, etc. De hecho, hemos tenido muy buen recibimiento y algunas instituciones nos han puesto muchas facilidades. Obviamente, el hecho de que una serie como ‘Toy Boy’ sea líder en muchos países ayuda y mucho.

P: Háblanos del COVID y de cómo ha complicado en extremo tu trabajo.

R: Pues sí, ha sido bastante complicado porque la mayoría de las instituciones de las que yo dependo para tramitar los permisos de rodajes estaban teletrabajando y por ende todo se ralentiza. El presupuesto que se come todo el material relativo a COVID (test, EPIS, mascarillas, etc.) es importante y, bueno, los que trabajamos en rodajes no estamos acostumbrados a estar con mascarillas, pero se acostumbra uno y no pasa nada, es lo que toca.

P: En Plano a Plano nos gusta presumir de ser una productora ágil a la hora de rodar de forma descentralizada (no solo Madrid) y, de hecho, nuestras producciones han sido ambientadas/localizadas en Cantabria, Andalucía, etc. ¿Qué supone para ti trabajar en una compañía que tiene esta visión como uno de sus pilares?

R: La verdad es que es un gustazo. Hay un equipo muy majo, el equipo de Producción es como una familia, que se nota que lleva tiempo trabajando junto, y todo funciona muy bien. Luego tenéis un productor como César Benítez que tiene una experiencia increíble tanto a nivel de series como de largometrajes y, además, está muy comprometido. Vino a las localizaciones artísticas, ha estado en rodaje, está muy involucrado y no pierde ojo.