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ENTREVISTA - ASÍ ES EL EQUIPO DE PLANO A PLANO

“LA FIGURA DEL COMMUNITY MANAGER HA ADQUIRIDO MUCHO PRESTIGIO EN LA ACTUALIDAD, PERO TODAVÍA NO SE LE VALORA LO SUFICIENTE”

“ME SIENTO MUY CÓMODA COMO COMMUNITY MANAGER DE UNA SERIE DE FICCIÓN PORQUE ESTOY EN MI TERRENO. CONOCER EL TEMA LO HACE TODO MUCHO MÁS FÁCIL Y LA BOMBILLA DE LA CREATIVIDAD SE ENCIENDE MUCHAS MÁS VECES”

“DETRÁS DE LAS REDES SOCIALES DE ‘SERVIR Y PROTEGER’ HAY TODA UNA ESTRATEGIA DE CONTENIDOS DISEÑADA, CON OBJETIVOS MARCADOS A VARIOS MESES VISTA”

“ESTOY ENAMORADA DE LOS ‘SYPERS’. ME DIVIERTO MUCHO CON ELLOS Y ME HACEN SENTIR MUY ARROPADA”

Madrid, 28 de enero de 2021

El pasado lunes 25 de enero se celebraba el Día Internacional del Community Manager, un perfil profesional que ha cobrado vital importancia en cualquier sector empresarial y que sigue siendo de gran demanda por parte de las empresas, pero ¿qué hace un community manager? ¿Cuáles son sus principales funciones? ¿Quiénes son esos seres extraños que hay detrás de los perfiles de Twitter o Instagram? Nos lo cuenta Esther Ramos, social media manager y community manager de ‘Servir y proteger’.

 

P: Para empezar, ¿en qué se diferencia el social media manager del community manager? En tu caso, compaginas las funciones de ambos puestos, ¿no es así?

R: El social media manager se encarga de desarrollar toda la estrategia de redes sociales a nivel global: analiza la audiencia, los objetivos… Una vez que tiene diseñada la estrategia, se la pasa al community manager, que es quien la ejecuta y la lleva a la práctica. Para que todo el mundo lo entienda mejor, el social media manager sería el jefe de la estrategia que lo pone todo en bonito y el community manager, el currito que hace el trabajo sucio y pica la información. En mi caso concreto, yo soy las dos cosas. Yo me lo guiso y yo me lo como (risas).

P: El community manager ha pasado de ser una persona que se limita a volcar en Twitter lo que sucede a una figura clave que puede ser decisiva a la hora de que un formato triunfe. ¿Cómo se ha producido esta evolución? ¿Cuáles dirías que son los factores sociales que más han influido?

R: En la actualidad, la figura del community manager ha adquirido mucho prestigio, pero todavía no se le valora lo suficiente. Cuando me metí en este mundo, muy poquita gente sabía lo que era un community manager y se ha producido una evolución de una forma muy gradual. La gente se piensa que esto ha sido un boom que ha ocurrido de la noche a la mañana, pero la evolución ha sido progresiva y todavía queda mucho por hacer.

En este sentido, puede decirse que la situación actual de pandemia y los meses de confinamiento han supuesto un salto en favor de la figura del community manager. Las marcas y las empresas se han dado cuenta de que necesitan una figura clave, una persona que se encargue de toda la parte digital en este nuevo contexto donde la interactividad se ha demostrado fundamental.

P: No es lo mismo ser el community manager de una entidad bancaria que de una serie de ficción. Más allá de dominar el entorno o los contenidos, es imprescindible estar cómodo con lo que uno escribe, ¿no?

R: Es muy importante estar cómodo, pero sobre todo tener una base de conocimiento previa. En mi caso, por ejemplo, he sido community manager de una empresa de vehículos eléctricos. Al inicio no dominaba el tema y tuve que estar un tiempo estudiando y leyendo artículos relacionados para saber a lo que me enfrentaba. Actualmente, me siento muy cómoda como community manager de una serie de ficción porque estoy en mi terreno. Además, conocer el tema lo hace todo mucho más fácil, todo fluye mejor y la bombilla de la creatividad se enciende muchas más veces.

P: ¿Qué habilidades dirías que debe tener un community manager?

R: Un community manager tiene que ser una persona muy metódica, muy ordenada y planificada. Necesita tener una visión de lo que puede pasar de uno a dos meses vista. Esta profesión requiere, además, responsabilidad y compromiso con los ritmos de las propias redes sociales. Tienes que estar siempre pendiente de absolutamente todo lo que pueda pasar y vivir pegado al ordenador o a tu móvil. Tu móvil tiene que estar siempre contigo y mucha gente no lleva bien esa dependencia.

P: Aunque detrás de una pantalla, el community manager está siempre en contacto con el público. ¿Cualquiera puede desempeñar este puesto?

R: No, hay que tener don de gentes, aunque no estés de cara al público de forma presencial. Tienes que saber empatizar con la gente. La retroalimentación con el público es muy importante y eso los seguidores lo notan.

P: Estudiaste Comunicación Audiovisual, ¿sabías desde un inicio que querías dedicarte al mundo de las redes sociales o la propia profesión te ha traído hasta aquí?

R: Estudié Comunicación Audiovisual porque me gustaba el mundo de las series y el cine. Me gustaba la producción y la parte de guion, pero a mitad de carrera empecé a buscar otras alternativas y empecé a bucear dentro del mundo del marketing digital, pero sin desligarlo de lo audiovisual y enfocado hacia la ficción. Empecé a formarme en cursos de community manager y, una vez finalizada la carrera, me metí de lleno en ello haciendo un máster de marketing digital.

SU LABOR EN ‘SERVIR Y PROTEGER’

P: En el caso concreto de ‘Servir y proteger’, ¿en qué consiste tu trabajo? ¿Cómo seleccionas el contenido?

R: Todas las tardes, durante la emisión diaria de ‘Servir y proteger’, estoy continuamente interactuando con los fans y comento con ellos en directo el capítulo, publico contenido y subo las secuencias más importantes. Todo ese contenido lo selecciono a través de una estrategia que he diseñado previamente en función de lo que considero que puede interesar y lo que no. Sé con antelación lo que va a pasar, cómo se van a desarrollar las tramas y cómo va a terminar la temporada. Intento dar pequeñas píldoras a los seguidores para que así ellos puedan ir atando cabos poco a poco. Para ellos es como un acertijo lleno de pequeñas pistas. Además, estoy en contacto constante con el resto de departamentos de la serie, como pueden ser guion, producción, montaje, etc. para conocer sus procesos y alimentar de nuevo contenido las publicaciones. Igualmente, genero y selecciono material (fotos, vídeos, textos…) para que el elenco de la serie pueda subirlo a sus redes sociales y estén siempre al día en sus publicaciones.

P: ¿Quién se piensan que hay detrás de las redes sociales?

R: Me he encontrado muchos comentarios, sobre todo en Twitter. En Instagram preguntan mucho quién es la persona que hay detrás del perfil y se piensan que son los propios actores, pero me temo que yo no soy actriz, solo la community manager, que tiene menos glamour (risas).

P: Los ‘sypers’ son los seguidores de ‘Servir y proteger’. Cuéntanos, ¿cómo es la comunidad de fans que hay detrás de la serie?

R:  Estoy enamorada de ellos. Me encantan. Me lo paso muy bien con ellos. Cada tarde, mientras veo el capítulo, me los imagino en el salón de sus casas con su café, la tablet o el móvil y me siento muy arropada. A veces puedes tener un mal día y un simple comentario suyo te lo alegra. Ellos también lo perciben de esa manera y, muchas veces, se ponen muy contentos simplemente con darles un ‘me gusta’, responder a su comentario o hacer retuit y contestar con su nombre. Que ellos sientan esa cercanía es para mí un regalo. Eso es lo que más valoran. Al final, son como uno más de la familia y se les coge cariño.

P: ¿Eres comprensiva con ellos? ¿Entiendes cuando se enfadan y son críticos con la serie?

R: Sí, por supuesto. Por ejemplo, se enfadan mucho cuando hay cambios repentinos en la programación, como ocurrió durante los meses de confinamiento, que los episodios se emitían a la mitad. Lo comprendes porque ellos están invirtiendo su tiempo en ver una serie de 50 minutos y no les gusta quedarse a medias. Pero ellos también tienen que entender que hay ciertas cosas que no están en mis manos y que no dependen de mí. Es una de cal y otra de arena. 

P: ¿Qué es lo más divertido de tu trabajo?

R: Me divierto muchísimo cuando leo las historias que los seguidores se montan en la cabeza. No os podéis imaginar todas las teorías que han creado ahora con la trama del asesino de policías. Leerlo todo, saber lo que va a pasar y no poder decir nada me hace sentir poderosa (risas). Me encanta ese momento de pequeña maldad. Me lo paso realmente bien. 

P: A nivel de redes sociales, ‘Servir y proteger’ se ha convertido a lo largo de sus cinco temporadas en un ejemplo de creación de contenido transmedia. Explícanos, ¿qué es eso del transmedia y cuáles son sus principales claves para alcanzar el éxito?

R: El transmedia se produce básicamente cuando un producto de ficción traspasa la pantalla y se publica contenido adicional de la serie en las redes sociales o en Internet. No se trata solo de contenido puramente de trama, sino que se crean contenidos exclusivos para las redes (entrevistas, juegos, cuestionarios, podcast, etc.).

Para que el transmedia tenga éxito tiene que, sobre todo, partir de un buen producto. Si el producto es bueno, la labor del transmedia será mucho más fácil. Si el producto no es bueno, el trabajo será el doble, pero, al no depender directamente de las tramas, siempre se le puede dar una vuelta de tuerca. Será un producto arriesgado, sí, pero estamos en momento de arriesgar.

En el caso de ‘Servir y proteger’, hicimos, por ejemplo, un grupo exclusivo de Telegram en el que al mando se encontraba el personaje del agente Merinero. Hemos desarrollado diferentes campañas en redes sociales, como la última de concienciación sobre el uso de las mascarillas con el elenco de la serie, y estamos preparando algunos proyectos nuevos que confiamos sigan teniendo tan buena acogida.

P: ¿Qué otras series destacarías como buenos ejemplos en sus estrategias transmedia y de social media?

R: ‘El ministerio del tiempo’, sin duda. Para mí es la serie de referencia del transmedia en España. Han hecho un trabajo muy bueno y fueron los primeros en esto de traspasar la pantalla. 

P: ¿No tendrá nada que ver tu respuesta anterior con tu predilección por esa serie? Si antes hablábamos de los ‘sypers’, no podemos dejar de citar a los denominados ‘ministéricos’, es decir, los fans de la serie ‘El ministerio del tiempo’, y de los que tú misma formas parte. Confiesa, como seguidora acérrima, ¿qué has llegado a hacer por la serie?

R: Es precisamente por mi condición de ‘ministérica’ que me siento muy identificada con los ‘sypers’. Yo he hecho muchas locuras por el ‘Ministerio del tiempo’. Ser ‘ministérico’ es tener un grupo de amigos fabuloso en el que somos hermanos y nos contamos nuestros problemas. Gracias a las redes sociales hemos contactado con personas increíbles, nos hemos ido juntos de viaje, hemos ido charlas o a quedadas sobre la serie. Le debo grandes cosas a la serie. Por eso, siempre digo que los seguidores de una serie no están locos, es otra manera de abrir círculos y de conocer personas que a lo mejor en tu día a día no tienes la oportunidad. Entonces, en ese sentido, los comprendo y para mí es maravilloso.

¿HACIA DÓNDE VAMOS?

P: El consumo de televisión y, en este caso concreto, de ficción, ha cambiado mucho en los últimos cinco años. ¿Puede decirse que estamos en la era del adaptarse o morir? ¿Hacia dónde crees que vamos?

R: Sí, estamos en ese momento en el que o nos adaptamos o nos morimos. Creo que una de las claves a la hora de crear nuevos proyectos es que haya una figura detrás que se encargue de llevar las redes porque, una serie puede triunfar o no en abierto o en una plataforma, pero también puede ocurrir que triunfe más en el medio digital, a través de una web o de una aplicación. El caso de ‘La peste’ es otro buen ejemplo de estrategia transmedia. Por eso, creo y confío en que la gente se dé cuenta de la importancia del trabajo y de la figura del community manager.

P: Esa adaptación pasa también por aprender un nuevo idioma que, a veces, solo entienden los adolescentes. Porque sí, incluso los millennials ya se quedaron atrás en el uso de esta nueva jerga. ¿Qué te parece el empleo de estos términos? Y, por favor, ilústranos y dinos el significado y uso de las siguientes palabras:

  1. Random: Algo fortuito, casual y que no sorprende al interlocutor.
  2. Crush: Tu flechazo y amor inalcanzable en redes sociales.
  3. Stalkear: Cotillear los contenidos que publica un usuario en las redes sociales.
  4. Shippear: La búsqueda de posibles parejas dentro de una serie, programa o película.
  5. Hype: Subidón de adrenalina
  6. Estar living: Estar muy contento/a y emocionado
  7. OK, boomer: Lo más fácil es traducirla como ‘lo que usted diga’ y con cierto tono despectivo hacía las personas a partir de 55 años o más.
  8. Yolo: ‘You only live once’ (solo se vive una vez) en inglés. El carpe diem de toda la vida, vaya.
  9. Bae: Suele decirse a alguien a quien le tienes cariño. Proviene de ‘before anyone else» (antes que nadie) y se puede escuchar en expresiones como «es mi bae».
  10. Swag: Tener estilo.

En cuanto a su uso, depende del público al que te enfrentes. Si este vocabulario lo utilizase en las redes de ‘Servir y proteger’, los seguidores me dirían que de qué estoy hablando. Hay que saber el público al que te enfrentas adaptarme a ello. No obstante, sí que es cierto que, de vez en cuando, suelto algún término nuevo, ellos me preguntan qué significa, yo se lo explico y ellos me lo agradecen y se lo apuntan. El empleo de estas palabras está bien, pero tampoco hay que pasarse, hay que buscar un término medio.

P: Por último, Tik Tok ha sido la red social que más lo ha petado durante la pandemia. ¿Qué será lo siguiente?

R: No tengo una bola del futuro. Hace poco ha salido una nueva red social que se llama ‘Club House’, exclusiva para usuarios de iPhone. En ella, se crean salas de discusión en las que hay varios miembros con los que puedes debatir sobre un tema concreto, enfocado sobre todo al mundo de la empresa y del marketing.

No sé si triunfará o no, dependerá mucho del enfoque que finalmente adquiera. Últimamente, las redes buscan cierta exclusividad, pero todo evoluciona, como Instagram, que se creó para publicar fotos artísticas y mirad en lo que se ha convertido. Ha perdido su esencia inicial. O Twitter, no es lo mismo el Twitter de ahora que el de hace diez años, todo evoluciona. Esto es un sinvivir (risas).