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TOY BOY | Así se hizo su cabecera

Sus creadores, Javier Urosas y Alejandro Rius, nos cuentan cómo fue el proceso de desarrollo creativo

Madrid, 28 de enero de 2020

‘Toy Boy’, la serie de Plano a Plano para Atresmedia Televisión, llegó a su fin. No sabemos si volverá, pero lo que sí es seguro es que sus seguidores la recordarán no solo por sus protagonistas -Hugo, Macarena, Triana, o el resto de los boys-, también por uno de sus rasgos más característicos: su ya inconfundible cabecera de inicio. ¡Vamos a recordarla!

DØ es el estudio de postproducción encargado de su desarrollo. Según sus creadores, Javier Urosas y Alejandro Rius, “todo gira en torno a unos personajes que tienen una apariencia de fortaleza, pero que en realidad son vulnerables”.

Esa fue la semilla para todo el proceso de creación posterior. “Lo esencial fue centrarse en los personajes y en su intimidad para construir momentos clave en los que poder recrear sus expresiones y parar el tiempo en el momento preciso”, explican.

Por este motivo, se decidió reproducir a los personajes como esculturas y representar así esa dualidad de vulnerabilidad y fortaleza. Esto se consiguió por medio del empleo de dos materiales básicos: “la porcelana, que implica la delicadeza de lo frágil y muestra la fuerza de las figuras, y el oro, icono de la riqueza y del poder”.

El objetivo era aportar a las esculturas el máximo detalle. Es así como se construyó “un marco centrado en los personajes y en su intimidad, para que jugaran en un entorno natural en movimiento, con mar, humo, fuego, luces, etc.”, nos cuenta Javier Urosas, para quien recrear una buena atmósfera es fundamental, puesto que “el ambiente y el momento afectan a la percepción emocional de la escena”.

“Es importante que la cabecera esté viva. Es una parte que se repite en cada capítulo y cuya percepción tiene que ir evolucionando, a la vez que vamos descubriendo la historia. Se trata de dotar a las escenas de detalle, de tal manera que vamos descubriendo cosas con los repetidos visionados”, puntualiza.

LO MÁS DIFÍCIL

Todos los procesos tienen sus propias particularidades y dificultades. En el caso de la cabecera de ‘Toy Boy’, lo más complejo fue reproducir las esculturas a imagen y semejanza de sus respectivos personajes. “Queríamos que las figuras expresaran la emotividad de los personajes y decidimos ‘fotografiar’ en 3D a los actores interpretando el momento. Luego afinábamos esculpiendo digitalmente el modelo. Este proceso es mucho más fidedigno, pero conlleva mucho más trabajo porque las posibilidades del escáner (en cuanto a tamaño y resolución) son limitadas. Esto te obliga a trabajar las escenas por partes y luego ensamblarlas”, asegura Urosas.

En Do-Postproducción son artífices de las cabeceras de otras conocidas series. En general, no hay una regla fija para la creación de cada una de ellas, ya que, como afirman, “cada producto y cada cliente es único”. Si bien todas ellas llevan una metodología clara en su ejecución, cada una empieza con sus propias características. “En ocasiones nos dan un concepto y lo desarrollamos, otras veces nos dan la historia y se busca una manera de contarla, o también puede ocurrir que los productores nos pidan una mirada desde cero y prefieren no influir en el proceso inicial”, explican.

Lo que sí es genérico y se establece en todos los proyectos es un ‘feedback’ continuo con el cliente. Así se consigue que el proyecto “esté vivo y vaya evolucionando”. “Es importante establecer un vínculo con los productores y creadores de la serie. Ellos la conocen a la perfección. No sólo lo que es, sino lo que tiene que ser y lo que va a ser”, concluyen.